Fue trasladada de su emplazamiento a mediados de la década de los ochenta, y su lugar es ocupado actualmente por una plaza pública, junto a la actual ermita.
De su anterior estructura, solo se ha mantenido el arco de entrada y la pequeña espadaña de piedra, rematada por una cruz del mismo material.
A parte de celebrar misas, el día de San Marcos, también se bendicen las palmas el Domingo de Ramos.