Antonio Machado vino a Baeza en octubre de 1912 con 37 años, tres meses después de la muerte de su amada Leonor.
El sueldo de catedrático no le permitía muchos dispendios a Antonio Machado, por lo que pronto tuvo que dejar el hotel Comercio y buscar alojamiento de alquiler.
Primero alquila una casa para residir con su madre en la Calle Prado de la Cárcel, hoy Pasaje del Cardenal Benavides, pero la encuentra destartalada y fría, por lo que se traslada a esta casa, aunque más modesta, la encuentra más cómoda y luminosa. Contigua en la misma calle, que hace esquina con la Calle Gaspar Becerra, desde donde Machado divisa la portada plateresca de la cárcel vieja, hoy Ayuntamiento de Baeza.
En ella residió en la segunda planta, sólo o acompañado temporalmente por miembros de su familia, su madre Ana Ruiz y a veces su hermano Joaquín, hasta su traslado a Segovia en 1919.
Actualmente hay una placa de cerámica en el Pasaje del Cardenal Benavides y una placa de hierro circular en la Calle Gaspar Becerra, que recuerdan la presencia del poeta en esta vivienda.
En ella se desarrolló su época más fructífera literaria.
Su habitación estaba en el primer piso de la casa y su ventana daba hacia el Ayuntamiento de Baeza.