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Castillo de Canena
Castillos y murallas, Siglo XIII, Siglo XVI
Perteneció a la orden de Calatrava y es citado frecuentemente en el Romancero.
No sabemos exactamente el tiempo que perteneció a la Orden de Calatrava, ya que entre los años 1285 y 1312 el rey Don Fernando "El Emplazado", hijo de Sancho IV "El Bravo" y de Dña. María de Molina lo donó a la ciudad de Úbeda, según se desprende de La Real Orden que copiamos a continuación: Por muchos bonos servicios que ficistes al rey Don Sancho mío padre, que Dios perdone, e a mí señaladamente por que tomastes el castillo de Canena que tenía Gutier Pérez, Comendador Mayor que era a esta saz6n de Calatrava, que era en mío de servicio.
Francisco de los Cobos, secretario de Carlos I, compró en 1538 Canena, e inició un proceso de transformación del antiguo castillo en palacio, para lo que contó con el afamado arquitecto Andrés de Vandelvira.
De planta cuadrada, tiene dos grandes torres circulares que protegen los ángulos de la fachada principal y otras dos, de menor envergadura, en la parte opuesta
Junto al patio, se encuentra la torre del homenaje de planta cuadrada.
La trazo original apuntaba a un edificio de planta rectangular con una robusta torre cilíndrica en coda uno de sus ángulos.
Este proyecto quedó paralizado, pues de las cuatro torres sólo se levantaron dos, en dirección Este, la zona más militar (foso, puerta principal) mientras que los del Oeste se retranquearon para formar una plataforma y quedaron sin terminar.
Dos leones, conservando el foso.
La portada abre con arco de medio punto, flanqueado por pilastras corintias sobre plintos, con entablamento de friso decorado con grotescos y cornisa sobre el que apoya un arco de medio punto que acoge, en su tímpano, los escudos de los fundadores, y a sus lados fantásticas figuras de tenantes. Se remata con tres flameros y se conservan las ranuras para levantar el antiguo puente levadizo.
En la fachada principal hay unas ventanas cuadradas con rejas de hierro.
En una de las fachadas laterales tiene una logia de estilo renacentista italiano.
Tiene un elegante patio porticado en su interior con 24 arcadas con columnas alabastradas.
La inferior es de arco de medio punto moldurado con la clave resaltada, e intradós con rosetones, presentando tondos con cabezas salientes en las enjutas.
La galería superior presenta la peculiaridad de grandes zapatas sobre las columnas que apoyan en plintos decorados con motivos militares y la bordea una barandilla de balaustres.
De Don Francisco de los Cobos y Dña. María de Mendoza descienden los marqueses de Camarasa a quienes se deben los panes y la torre que figuran en la parte inferior del escudo.
A los Marqueses de Camarasa perteneció el Castillo hasta 1946, fecha en la que la adquirió Don Luis Delgado García por compra al Excmo. Sr. Don Ignacio Fernández de Henestrosa y Gayoso de los Cobos, con fecha 6 de mayo del citado año, que por no resultar inscrito en el Registro de Úbeda, justificó su dominio en expedientes tramitados en el Juzgado de Primera Instancia del Partido de Úbeda, y que fue aprobado por auto dictado el día 13 de Julio de 1950.
El Sr. Delgado García adquirió con idea de demolerlo y aprovechar la piedra de derribo para construir un colegio en Úbeda. Se cree que pagó 250.000 ptas. por él.
A raíz de la compra y, sobre todo, del proyecto de derribo, apareció en la revista Paisaje editada par La Diputaci6n Provincial de Jaén (febrero 1947), Un articulo que fue el origen, al leerlo una entonces estudiante y hoy Profesora de EGB jubilada Dña. María Josefa Ortega Granada, para que se elevara una protesta, con la colaboración de Don Juan Reyes, médico del pueblo, ante los Organismos competentes, y el Castillo se salvara de la demolición.
A partir de esta protesta el Director General de Bellas Artes, Sr. Gallego Burín mandó un comunicado haciendo responsable al Ayuntamiento de cualquier intento de demolición del Castillo. A partir de este momento se recibieron las primeras ayudas de Bellas Artes, previas visitas del Sr. Director General. Asimismo fue declarado monumento nacional en el ano 1949.
Ante la imposibilidad de realizar sus propósitos, el Sr. Delgado García lo vendió a Mr. George Kay Wright, ciudadano británico, mediante escritura otorgada en Madrid el día 22 de Mayo de 1964 ante el notario Don Alberto Ballarín Marcial.
El Sr. Kay lo vendió a su actual propietario Don Luis Vañó, en 1985.
Estos dos últimos propietarios, han realizado una encomiable labor de reparación y conservación en este monumento que se ha convertido en un magnifico castillo-palacio perfectamente habitable y con todas las comodidades que exige la vida actual.