Comienza en época Ibero Antigua siglos VI - V a.C., continua en época Ibero Pleno siglos IV - III a.C, sigue en época Ibero Romana siglos II - I a.C., aunque los restos visibles se podrían fijar en torno a la primera mitad del siglo I d.C.
Sus ajuares, por corresponder a gente humilde, no son valiosos, pero si fieles a la tradición decorativa ibéra.
Otras gentes, del mismo momento se entierran, a su vez, al pie de la muralla (Cástulo. Murallas). Un sencillo hoyo en la tierra con un ajuar de dos o más vasos que cubren con ánforas o trozos de ellas o sin ninguna protección conforma el tipo de enterramiento habitual.
Se han encontrado dos mausoleos, uno con forma de pirámide escalonada y otro que tiene dos lápidas reaprovechadas, hacia el interior, una de un varón de oficio mercader y otra de una mujer.