Se encuentra en campos abiertos, en las fisuras de las rocas y en zonas poco fértiles formando parte de los prados alpinos. Prefiere los substratos calcareos y ambientes privados de vegetación donde las otras especies tienen dificultad para sobrevivir.
Es una planta herbácea de porte medio de 40 a 50 cm (mínimo 5 cm) con flores hermafroditas y con un porte más o menos rastrero. Su forma biológica viene definida como camefita suffruticosa.
La base del tallo tiene un carácter leñoso, en parte pubescente (cubierto de pelusa). La sección trasversal del tallo presenta espiculas acentuadas (forma tetragonal).
Las hojas presentan una simetría opuesta respecto al tallo; ligeramente peciolada. La forma puede ser de ovoidea a lanceolada (de 5 a 15 mm) con el margen del foliolo dentado, que puede estar vuelto hacia la parte interna en la base de la hoja.
Las flores nacen entre las hojas de los extremos; el cáliz tiene forma tubular y está recubierto por un vello muy abundante y fuerte.
La corola es de color azul y sobresale al ser su medida bastante mayor que la del cáliz.
Varias flores que florecen a un tiempo desde el tallo o desde un nódulo, de 3 a 8 flores.
Florece durante los meses de verano.
El fruto es del tipo de esquizocarpo, tetraquenio (fruto que se separa en 4 elementos cuando madura).
La raíz principal del aparato radical, es mediamente fina, en compensación las raíces secundarias son más desarrolladas.
Infusión. Se pone medio litro de agua a calentar y cuando empieza a hervir se le añaden 30 g de hojas de té de Sierra Nevada; se cuelan los restos de la planta. Si el sabor no resulta muy agradable, se puede endulzar con azúcar o miel.
Se recolectan las hojas durante todo el año, aunque es mucho mejor hacerlo coincidiendo con la época de floración, cuando se encuentran más activos los principios de la planta.
Una vez recogidas se ponen a secar en una zona sin humedad y soleada.
Cuando se termina el proceso de desecación se almacenan en frascos de cristal herméticamente cerrados.
Su uso está bastante extendido en la zona Sur de España, donde la utilizan para aliviar todo tipo de molestias de estómago, así como para sanar diarreas.
En algunas ocasiones se ha empleado como antiespasmódico y antiséptico.
No se utiliza en medicina facultativa ya que se la sustituye por otras plantas más eficaces para realizar preparados farmacéuticos; no obstante, en medicina casera todavía se usa: así, los pastores del Sur de la Península la emplean cuando están en la montaña para sanar casi todo tipo de dolencias.