Planta perenne, sufruticosa, de hasta 25 cm de altura, muy ramosa, procumbente.
Tallos jóvenes con denso tomento blanco, indumento de pelos eglandulíferos.
Hojas lineares, obtusas, glabrescentes, márgenes ciliados, las de los tallos estériles y base de los fértiles 1,3-2,5 x 0,4-0,8 mm, densamente agrupadas, las superiores de los tallos fértiles 5-10 x 0,8-1 mm, laxamente dispuestas.
Flores solitarias, pentámeras, pediceladas.
Pedicelos hasta 16 x 0,4 mm, ascendentes, rojizos.
Sépalos externos 3-3,5 mm de longitud, linear-lanceolados, ciliados. Sépalos internos 7-10 mm de longitud, ovados, rojizos.
Pétalos 8-10 mm de longitud, amarillos.
Fruto en cápsula, 6-8 mm de longitud.
Semillas 2-2,5 mm.
Especie subrupícola presente tanto en fisuras de rocas como en terrenos pedregosos algo sueltos, siempre en substratos de naturaleza calizo-dolomítica que se disgregan en arenas.
Vive en altitudes superiores a los 1800 m, dentro del piso oromediterráneo con ombrótipo subhúmedo.
Se desarrolla en matorrales camefíticos pulvinulares junto a Helianthemum canum, Pterocephalus spathulatus, Santolina elegans, Silene germana, etc.
Endemismo propio de las montañas béticas orientales que se localiza en áreas reducidas de las provincias de Jaén (Sierras de Cazorla y Segura, Sierra Mágina y Sierra Sur), Granada (Sierra del Buitre), Málaga (Sierra Tejeda), Albacete (Sierra de Las Cabras) y Murcia (Sierra de Taibilla -Moratalla-), donde se desconoce el área de presencia concreta de la especie, pero debe extenderse incluso a la zona de Sierra Seca y Villafuerte (Moratalla).
La planta sufre la presión de los herbívoros que se comen los brotes jóvenes, las flores y los frutos, únicas partes elevadas de la planta.
Este impacto conlleva el envejecimiento de las poblaciones por pérdida de la capacidad reproductiva.
Se presenta en un territorio catalogado como LIC, poco frecuentado, en el que pudiera establecerse una microrreserva botánica.