Fue construida por el Concejo de Baeza para conmemorar la traída de aguas desde la Mina de la Celadilla, también llamada Arca del Agua (Mina del Arca del Agua), a la ciudad en 1564, siendo Corregidor el licenciado Manrique de Cabrera y autor Ginés Martínez de Aranda, arquitecto que realizó en 1606 la fachada del obradoiro de la basílica de Santiago de Compostela y sus famosas escaleras.
Construida en honor del Emperador Carlos V y en forma de arco de triunfo, la única de este tipo en España.
Figura un arco de triunfo que se apoya sobre cuatro pilastras y ocho columnas y sobre él un segundo cuerpo flanqueado por dos grandes ménsulas y rematado por frontón.
Los motivos decorativos, cariátides, que representan a las virtudes, y telamones, son muy vandelvirianos.
En ambos frentes un gran escudo de Felipe II y en un costado el de la ciudad.
Sobre cuatro medallones puede leerse lo que sigue: "Esta obra mandaron hacer los muy ilustres señores de Baeza, siendo Corregidor el muy ilustre señor el Licencdiado Manrique de Cabrera. Fue el maestro de traer y sacar el agua y hacer las fuentes, Ginés Martínez natural de Baeza. Acabóse en el año de 1564, reinando el muy poderoso Rey D. Felipe II".
Un quinto medallón en el costado oriental dice: "Removóse esta fuente, siendo Corregidor y primer Juez de Letras de esta ciudad, el señor Dr. D. Blas tenorio de Mendoza, año de 1670".
García Lorca la describió como “fuente de severidad pagana que parece el cuerpo final de un arco del triunfo al que la tierra hubiera tragado”.