Una de las puertas más fuertes del recinto amurallado de la ciudad (Muralla de Baeza), formando una gran plaza de armas.
Fue también, junto con el Castillo del Alcázar, una de las llamadas a ser desmanteladas por el enviado de la Reina Católica. Grave decisión de la Reina, paralela a la gravísima irresponsabilidad de una parte de la nobleza baezana entre los Carvajales y los Benavides, pués aún transcurrirían 16 años antes de la conquista, en 1492, del reino de Granada, que no quedaba lejos.
No obstante, aún conserva uno de los tres arcos, que al parecer tuvo, y una torre albarrana, separada de la muralla que corre hasta el próxomo torreón, el Torrito.
De planta cuadrada con las esquinas reforzadas, sólo tiene dos ventanucos, uno cuadrado y otro curiosamente triangular.
En frente exterior de dicha torre se conserva el escudo de los Reyes Católicos.
Como nota curiosa la puerta se encuentra al revés los goznes y topes indican que se cerraba desde fuera, como para impedir de que la población pudiera salir, pensamos que se debe a una equivocada restauración.