Perteneció esta casa al vicario don Miguel Navarro, donde vivía en 1610,
dando nombre a la calle durante un tiempo. (No debemos confundir este
vicario con el vicario foráneo y juez eclesiástico que en 1581 vivía en
la calle D. Antonio Moreno, dando el nombre del Vicario, que aún
persiste, al barro comprendido entre dicha calle y la de San Ildefonso).
Gran casa de piedra vista.
Dos puertas adinteladas.
En su fachada tiene grandes argollas de hierro para atar monturas.
A la derecha de la fachada tiene un óculo.
En la parte superior un mirador con columna que soporta una viga de madera con zapatas.
Pequeño balcón con bonita barandilla de hierro forjado.
Su parte trasera está apoyada en las Murallas del Torrico.
En el interior, destaca el arranque de la escalera, de arcos y columnas y el escudo familiar del vicario: dos lobos y ocho aspas.