Construida en el siglo XVII, en su interior alberga la imagen de un Ecce-Homo de escuela granadina, posiblemente realizado en el siglo XVIII, y trasladado desde Granada a Alcalá la Real en los años 60 para sustituir a la anterior destruida durante la Guerra Civil.
Es en esa década cuando se recupera la fiesta de la Santa Cruz de mayo en Alcalá, de gran solera en la actualidad.
En su interior se conserva un retablo neogótico sobre el que se asienta la imagen, varios enseres y dos cuadros que muestran la vida de Cristo, malas copias del Corregio.
Desde los años 60, la Hermandad del Ecce Homo celebra cada mes de mayo
la festividad de Santa Cruz, para lo cual las mujeres decoran las
fachadas de las casas con mantones, macetas, platos de cerámica y cobres
granadinos.