El cernícalo es relativamente pequeño comparado con otras rapaces, pero más grande que la mayoría de las aves.
Tiene alas largas de color bermejo con manchas negras, así como una larga cola muy distintiva, gris por la parte superior y de borde redondeado y negro.
El plumaje de los machos en la cabeza es azul-grisáceo.
Miden de 34 a 38 cm de cabeza a cola, y de 70 a 80 centímetros de envergadura de alas.
El macho adulto medio pesa cerca de 155 g, y la hembra cerca de 190 g.
Se distingue del cernícalo primilla por ser éste último de dorso pardo rojizo y sin manchas negras, con un color gris en la cabeza más uniforme y por tener en la punta de la cola unas plumas centrales que sobresalen. Además, el común tiene las uñas negras y el primilla, blancas.
Esta especie se extiende por Europa, Asia y África, aunque también se encuentra en el norte de América y el Caribe.
El Cernícalo es un ave de presa diurna y fácil de ver.
Prefiere un hábitat de campo abierto y matorral.
Los cernícalos nidifican en grietas de rocas o edificios, en huecos de árbol, ocupan nidos de córvidos y otras aves, pero también directamente sobre el suelo.
Cuando caza, el cernícalo permanece en vuelo estacionario, casi inmóvil, entre 10 y 20 m de altura sobre el terreno, esperando avistar alguna presa (a esto se le llama cernirse) y cuando aparece, se precipita en picado hacia ella.
Sus presas suelen ser pequeños mamíferos, fundamentalmente roedores, pequeños pájaros, reptiles, grandes insectos, gusanos y ranas.
Las puestas suelen tener entre tres y seis huevos, con una incubación de 26 a 31 días, fundamentalmente realizada por la hembra mientras el macho la alimenta.
Es un ave que se suele utilizar como iniciación en el mundo de la cetrería, es el ave usada por principiantes y novatos para introducirse en este arte de caza.