Este sepulcro está vinculado al poblado de Hoyas de Coquín, cuyo origen se remonta al Neolítico Final.
Su posición en el llano, junto a otros túmulos, indica cuales eran los terrenos adscritos a la zona norte del poblado.
Estos enterramientos no son visibles desde el poblado pero se ubican
en un camino que, en la margen derecha del río, se adentraría en la
Sierra de Baza.
Es de planta pentagonal de botella.
Tiene unas medidas de 1.80 x 1.70 m. y de altura conservada 0.90 m.
Tiene un corredor parcialmente destruido.
En él se hallaron tan solo algunos fragmentos de huesos humanos sin ajuar.