A ella dan la Calle Zacatín, la Calle Oficios, la Calle Almireceros, el Pasaje Diego de Siloé, la Calle Cetti Merien, la Calle Cárcel Baja, la Calle Valentín Barrecheguren, la Calle Cristo de San Agustín, la Calle Rubén Rostro, la Calle Álvaro de Bazán, la Calle Postigo Velutti, la Calle Marqués de Falces, la Calle Arteaga, la Calle Azacayas, la Calle Cebrán, la Calle Almona del Boquerón, la Calle Santa Lucía, la Calle Tinajilla, la Calle Beaterio del Santísimo, la Calle Natalio Rivas y la Calle Profesor Emilio Orozco,
Una anécdota, también única, que describe bien las aspiraciones de la definitivamente pujante burguesía de principios del siglo XX, es la construcción en su inicio de una réplica exacta de un edificio parisino premiado allí el año anterior a su construcción.