El Castillejo presidía una extensa finca palatina de grandes dimensiones.
Esta almunia, construida por Ibn Mardanīš, integraba a un gran edificio áulico que se extendía por el llano, así como a otros de carácter residencial.
La finca debió de estar dotada de una cerca que no se ha localizado, en cuyo interior había por igual terrenos cultivados (regadío y secano), zonas boscosas y almarjales, así como notables infraestructuras hidráulicas.