Acogió el primer museo hispano-musulmán, y que se rehabilitará.
Proporcionaba al menos desde 1910, todo un conjunto de servicios comerciales orientados al turismo (antigüedades, encajes, mantillas, reproducciones de yeserías de la Alhambra), incluía además una galería fotográfica y una ámplia oferta de álbumes y tarjetas postales.