Este
edificio de estilo neoclásico posee una única nave se encuentra
profusamente decorada con aportaciones de diferentes autores a los largo
de los dos siglos en los que estuvo ocupado el monasterio.
Fue terminada a principios del siglo XVII por el cantero
Cristóbal de Vílchez y presenta una sola nave.
Su fachada, de mármol
gris con dos grandes columnas jónicas, fue realizada en 1794 por Joaquín
Hermoso.
Destaca la puerta que divide los coros, realizada por José
Manuel Vázquez, con incrustaciones de marfil, carey, plata, ébano y
palosanto.
Su nave está dividida por dos coros, el coro para legos y el coro para monjes.