Su color puede variar del amarillo, pálido al anaranjado al ocre.
El Citrino natural es muy raro, por lo que se suele obtener una piedra similar calentando la amatista, su hermana de color violeta que es mucho más corriente. El proceso se hace cuando el violeta de la amatista es tan pálido que pierde su valor como gema. Gracias a ese tratamiento, la utilización del citrino ha pasado a ser más común.