Instrumento astronómico que permite determinar la posición y altura de las estrellas sobre el cielo.
La palabra astrolabio procede etimológicamente del griego ἀστρολάβιον, que puede traducirse como «buscador de estrellas».
Apolonio de Perga inventó un astrolabio primitivo entre 220 y 150 a.C., a menudo atribuido a Hiparco.
El astrolabio era usado por los navegantes, astrónomos y científicos en general para localizar los astros y observar su movimiento, para determinar la hora a partir de la latitud o, viceversa, para averiguar la latitud conociendo la hora. También sirve para medir distancias por triangulación.
Los marineros musulmanes a menudo lo usaban también para calcular el horario de oración y localizar la dirección de La Meca.
Sólo se conserven cuarenta astrolabios en todo el mundo,
de los cuales veinticuatro se conservan en España y de ellas sólo nueve
son musulmanes. El astrolabio de Ibn Zawal, conservado en el Museo Arqueológico de Granada, es el único conocido construido expresamente para
la latitud de Granada.
Durante los siglos XVI a XVIII, fue utilizado como el principal instrumento de navegación marítima, hasta la invención del sextante, en 1750.