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Ermita del Gavellar
Religioso
El Santuario de la Virgen de Guadalupe, Patrona de la ciudad, a la que salvó de una terrible epidemia de peste en 1681, según la tradición.
Su origen data, del S. XIV cuando fue hallada de modo milagroso una imagen bajo una campana o vasija llena de gavillas de trigo (de ahí su advocación) el 8 de septiembre de 1381 por el labrador Juan Martínez en el lugar en el que se haría tres siglos más tarde la actual ermita.
Hasta que se construyó la ermita, la talla románica se veneró en la Ermita de Santa Eulalia.
La Virgen de Guadalupe es una de las Vírgenes negras de la provincia de Jaén.
El primitivo templo ya estaría finalizado o muy avanzado en el primer tercio del siglo XV, como así lo certifica el testamento de Per Ibáñez, alguacil mayor de Úbeda, quien incluye la iglesia de Santa María de Guadalupe entre sus mandas testamentarias.
De la fábrica original sería la portada del templo, un sencillo arco de medio punto coronado por la estatua de la Virgen coronada con un doselete.
El templo actual presenta nave de salón, con coro alto y un camarín para la imagen precedido por el retablo neobarroco de Francisco Palma Burgos.
Es una arquitectura muy sencilla, realizada en cantería, que se complementa con una torre espadaña y un patio de doble arcada, así como una cerca que lo aísla del entorno rural.
La Romería que tiene lugar a primeros de mayo para trasladar la Virgen a Úbeda, donde permanecerá hasta septiembre cuando sea devuelta al Santuario.
En 1704 el licenciado Espinosa de los Monteros la sitúa a una legua más o menos de Úbeda. De ella dice lo siguiente: «Es la fábrica de esta ermita de muy relevante arquitectura, vistosa, fuerte y rica y hermosa, hecha a expensas de las limosnas que los fieles devotos han dado y dan».
Sin embargo, las obras de reparación y consolidación de la ermita se continuarían durante siglos. Será especialmente a mediados del siglo XVII cuando se produzcan obras en el santuario, que en su gran mayoría son las que nos han llegado en la actualidad.
A fines del siglo XIX se producen numerosas obras de consolidación y mejora, que se continuarán con posterioridad hasta nuestros días.