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Palacio del Marqués de Mancera
Palacio, Siglo XVI
o Torre del Tesorero
Mandado construir por dos hermanos canónigos de la Colegial de Santa María, es conocido así por ser don Pedro de Toledo, primer marqués de Mancera y virrey de la nueva España (Perú), uno de los hombres más ricos del país, el último gran personaje que lo habitó.
Junto al Palacio de los Condes de Guadiana en la calle Real o el Palacio del Marqués de Busianos en la calle Trinidad, es una de las tres construcciones civiles realizadas en Úbeda en ese difícil paso de finales del siglo XVI principios del siglo XVII, en el que la arquitectura local, calificable de manierista, sigue imbuida por el potente Renacimiento.
Asimismo, junto á la torre del palacio de los Condes de Guadiana y la Casa de las Torres en la plazoleta de San Lorenzo, es uno de los ejemplos más representativos de la tipología casa-torre de herencia medieval, que aún a finales del siglo XVI, y como un viejo símbolo desfasado, representa urbanísticamente la presencia arquitectónica y emblemática de viejos linajes guerreros, recordando a las antiguas torres de los castillos, en un contexto urbano en el que su función de defensa no tiene ya ningún sentido.
La portada consiste básicamente en una entrada adintelada flanqueada por columnas sobre pedestales, sobre la que hay un balcón también flanqueado por la heráldica familiar.
Se trata de un modelo inaugurado por Andrés de Vandelvira en los palacios renacentistas, que es asimilado e implantado como -tipo-, ya que se repite en diferentes edificios públicos, palacios y casas señoriales, incluso en el siglo XVIII.
De este palacio, que rezuma clasicismo, sólo una ventana, en un extremo de la fachada, sigue un esquema barroco, propio del período estilístico de la edificación.
La torre, elemento primordial del edificio, sigue una distribución de cuatro cuerpos, en el que destaca la galería abierta superior, resuelta a modo similar de otras renacentistas de la ciudad. El repertorio decorativo escultórico se centra en las ventanas, donde con restos del policromía original, a la manera humanista, se mezclan temas paganos y cristianos, como un niño Jesús desnudo abrazado a su cruz acompañado por ángeles desnudos recostados sobre una calavera, mascarones femeninos, entrelazadas sirenas y estípites antropomórficos.
El patio eje centralizador del edificio, es un sencillo patio cuadrangular, de dos plantas, con bovedillas de madera en la techumbre de las galerías. La planta inferior es de sencillas columnas toscanas y la alta de balaustres de madera y zapatas; elementos globales que le confieren connotaciones con lo propiamente hispánico.