Cirrus o cirro es un tipo de nube compuesta de cristales de hielo y caracterizada por bandas delgadas, finas, acompañadas por copetes.
A veces estas nubes en voluta son tan extensas que virtualmente resultan indistinguibles una de otras, formando una hoja o velo llamado cirrostratos.
Ciertas veces la convección a grandes altitudes producen otra forma de cirros, llamadas Cirrocúmulos: patrón de pequeñas nubes en copetes.
El nombre cirro deriva del latín cirrus (‘rizo’ o ‘sortijilla de pelo’).
Muchos cirros producen filamentos como hebras de cabello hechas de cristales de hielo más pesados que precipitan. Los cristales de hielo que caen se evaporan antes de alcanzar el suelo.
Estas "rayas de verano", una forma de virga, indican la diferencia en el movimiento del aire (viento cortante) entre la parte superior del cirrus y el aire debajo.
A veces los topes de estos cirros se mueven rápidamente por encima de una capa de aire, o estas "rayas" se rompen dentro de una capa más baja y más rápida. Las direcciones de esos vientos pueden también variar.
Los cirros usualmente aparecen a altitudes comprendidas entre los 8 y los 12 km, apareciendo nítidamente cuando faltan los vientos cortantes, dando a las nubes la apariencia de una "coma" "," (cirrus uncinus), o de enmarañadas, indicación de turbulencia de alto nivel.
La presencia de muchas nubes cirros en el cielo puede ser signo de un sistema frontal o que una perturbación de las capas altas se aproxima. Los cirros pueden ser también remanente de una tormenta.