Conserva un magnífico patio central con un pilar que incluye un escudo original del siglo XVII, cuya parte inferior fue obra de Diego de Siloé (en el siglo XVI) y la superior del año 1644, construido por la familia nobiliaria de los Pisa.
Desde el patio principal se accede a los distintos salones originales y a las cinco dependencias.
Con el citado patio central se comunica la bodega del palacio, donde se conserva un antiquísimo pozo que recogía las aguas del Río Darro.