Su portada fue realizada por Juan de Maeda (siglo XVI) —padre de Asensio de Maeda— arquitecto de la segunda mitad del siglo XVI y discípulo predilecto de Diego de Siloe a quien sucedió en la maestría del templo catedralicio desde 1563 a 1576. Toda la portada está realizada con el mismo tipo de piedra del resto de la Catedral.
Presenta dos cuerpos flanqueado el inferior por dos pequeñas consolas a ambos lados.
El cuerpo inferior presenta un arco de medio punto ligeramente peraltado, enmarcado por dos estilizadas pilastras laterales alzadas sobre altos plintos; cada una de ellas está decorada por dos repisas vacías con remates de veneras o conchas con la charnela hacia abajo al contrario del uso de Siloe que siempre las dispuso hacia arriba.
El primer entablamento dórico está ornamentado con bucráneos en las metopas y un geison absolutamente romano.
El cuerpo superior está resuelto con proporciones más cuadradas; dos medias columnas adosadas de orden jónico sostienen un segundo entablamento con friso liso. Encuadrada en el centro una sobria hornacina adintelada.
La portada presenta a la virtud teologal de la caridad (Ver 1Cor 13: Himno a la caridad) en el centro del segundo cuerpo y las virtudes cardinales de la justicia (Rom 4,1-12) y la prudencia (Mt 25) en el primer cuerpo sobre el arco. Son obra de Diego de Pesquera.