Tallos semi-erectos que se enredan,fuertes y angulosos de hasta 1,6 metros de altura.
Hojas alternas, paripinnadas y compuestas, con foliolos anchos de forma oval-redondeada, color verde oscuro, sin zarcillos
El foliolo terminal no existe o se convierte en un zarcillo rudimentario.
Las flores se presentan en racimos de 2 a 8, axilares las cuales son fragantes y grandes, alcanzando los 4 cm, con pétalos blancos manchados de violeta, púrpura o negro.
Son hermafroditas, y la planta es capaz de autopolinizarse.
Hay que advertir que la fertilización cruzada natural es escasa, salvo en presencia de abejas.
El fruto es una legumbre, posee una vaina alargada de longitud variable entre 10 y 30 cm y consistencia carnosa, tienen un tabique esponjoso con una especie de pelo afelpado entre las semillas siendo éstas más o menos aplastadas.
Dentro de esta vaina se ubican las semillas puestas en fila.
La vaina, de color verde en estado inmaduro, se oscurece y se vuelve pubescente al secarse.
Los granos en el interior de la misma varían entre 2 y 9.
Las semillas son oblongas, de tamaño más o menos grande, dependiendo también de la variedad, y de color verde amarillento que luego, al sobremadurar, se vuelve bronceado. También hay variedades de grano negruzco y morado.
El peso de una semilla es de uno a dos gramos.
El poder germinativo dura de 4 a 6 años.
En la semilla comercial el porcentaje mínimo de germinación es del 90 por 100 y la pureza mínima del 99 por 100.
Cultivada en todo el globo por sus semillas, las cuales son empleadas en gastronomía.
Da su nombre a la familia de las fabáceas, de la cual es la especie tipo.
La raíz del haba crece en profundidad hasta alcanzar un largo similar al del tallo de la planta.
Como otras fabáceas, los nódulos de la misma tienen la propiedad de fijar nitrógeno en el suelo; aunque hasta un 80% del mismo es consumido por la propia planta, el 20% restante mejora la fertilidad de la tierra, por lo que el cultivo se emplea en sistemas de rotación para fortalecer suelos agotados.
Originaria de la cuenca mediterránea o del Asia central, hoy el haba se cultiva en todo el mundo.
Los principales países productores son Australia, China, Egipto y Etiopía, a los que se deben cuatro quintos de la producción mundial.
Está extendido su cultivo también en varios países de Europa y de América Latina (especialmente Bolivia, Ecuador y Perú), especialmente en zonas frías y templadas.
La temperatura óptima está en torno a los 15°C.
El haba se desarrolla bien en casi todos los tipos de suelo pero prefiere los que tengan un buen drenaje, aunque soporta también los arcillosos.
Requiere bastante humedad y unos 700 mm anuales de lluvia.
No es particularmente fotófila, y al ser tolerante a las heladas en su desarrollo temprano se adapta a las condiciones de las zonas de montaña.
Se siembra en Septiembre-Noviembre y se recolecta en 120 días.