La sacristía es de planta
rectangular, con nichos para cajoneras.
Está decorada con pinturas al fresco.
La
decoración pictórica de la Sacristía es a base de grutescos, apareciendo
los dioses de la antigüedad clásica en los casetones de las claves
junto con la representación de los padres de la iglesia y figura del
Cristo caído y Ecce Homo.
De
estilo manierista e influencia italo-clásico, es uno de los pocos
ejemplos de pintura mural en la decoración del Renacimiento Español.