Construida como lonja de mercaderes entre los años 1541 y 1551 por orden de Don Hernando de Aragón, es el mejor exponente de la arquitectura civil del Renacimiento en Aragón.
El autor del proyecto fue el maestro de obras de la ciudad, Juan de Sariñena.
El alero y la galería de arquillos adornada con medallones de yeso policromado que representan caras.
El interior está formado por un gran salón con techumbre de bóvedas de crucería en estrella soportado por columnas anilladas.
Actualmente se emplea como sala de exposiciones del ayuntamiento.