Hábita bosques mixtos, hayedos y abetales. A orillas de los ríos, mezclado con robles, tilos, arces y pinos silvestres.
Altura hasta 40 m.
Copa amplia, primero oval-alargada, más tarde oval-redondeada.
La corteza, al contrario que en la mayoría de sus congéneres, es más bien lisa.
Hojas simples, alternas, caedizas, de 18 x 13,5 cm; de elípticas a obovadas, muy asimétricas en la base, muy acuminadas en el ápice, doblemente aserradas, haz peloso y envés pubescente.
Fruto en sámara, de hasta 25 x 18 mm, suborbicular.
Sus hojas se usan como forrajes.
Las fibras de la corteza interior se utilizan en cordelería.
La madera del olmo es dura y resistente a la putrefacción en ambiente húmedo por lo que puede ser usada en construcción naval.
Usos tradicionales: carros y carrocería, carpintería, ebanistería, marquetería, tornería, artículos de deportes, construcciones hidraulicas, de barcos, traviesas de ferrocarril, etc.
Madera para ebanistería, madera de decoración interior, parqué, tornería, instrumentos musicales, juguetes, herramientas, pipas, objetos de lujo (madera de raíz), etc.
Leña de primera calidad y proporciona un carbón ligero cuyas cenizas son ricas en potasio.
Su corteza tiene propiedades astringentes, sudorífica y con ella se puede preparar una pomada para las afecciones de la piel.
Prefiere lugares con una humedad media a alta, sin sequía estival.
Tolera bien los suelos calizos, vive en terrenos ligeros y frescos. Necesita suelos fértiles.
Resiste la contaminación y el viento.
Grafiosis del Olmo (Ceratocystis ulmi) es una grave enfermedad que afecta a los Olmos, sobre todo Ulmus minor y Ulmus glabra. Ha provocado la disminución de la población de Olmos en todo el mundo. El hongo entra en el árbol porque el insecto escolítido que se alimentan de hojas y madera (Scolytus scolytus), llevan en su cuerpo adheridas las esporas del hongo y las van diseminando. La segunda vía de infección es a través de las raíces, de un árbol infectado pasa por las raíces a otro cercano esporas del hongo, entrando en la corriente de savia que lo distribuye a la copa. El hongo tapona los vasos conductores de savia. Primero se observa marchitez y amarilleamiento y luego las hojas se secan. En unos meses, muere.