Ebanista de profesión, decidió dedicarse a la fotografía, fabricando incluso su propia cámara.
Antes de fianzarse en Linares, en 1913, pasó por Málaga y Puente Genil, abriendo un lujoso estudio fotográfico en la Calle Pontón, 6 de la ciudad de las minas, trasladandose en 1926 a la Calle Los Castillos.
Los primeros documentos gráficos conservados en el Instituto de Estudios Giennenses de este pionero de la fotografía son estereoscópicos, en soportes cristalinos y datados a finales del siglo XIX.