Casado en 1249 con Violante, hija de Jaime I de Aragón, tuvo diez hijos legítimos.
Rey de Castilla y de León en 1252.
Fracasó en la pugna por la corona del Sacro Imperio Romano-Germánico a la que dedicó mucho esfuerzo y dinero.
Impulsor de la Reconquista, amplió los territorios castellanos con la toma a los musulmanes de varias plazas de importancia, entre ellas Murcia, Alicante, Sevilla y Cádiz, pero tuvo que renunciar al Algarve y a sus aspiraciones sobre Navarra.
Es el primer Rey pleno de las andalucías ya que consolidó el territorio andaluz que siempre interesó a la corona de Castilla: tres de los cuatro reinos que componían la Andalucía prospera: Jaén, Córdoba y Sevilla.
En 1260 conquista e incendia Rabat.
La rebelión de los mudéjares en 1264.
Su hijo el primogénito y heredero al trono, don Fernando de la Cerda, murió en 1275.
El rey trató de defender los derechos sucesorios de su nieto, el primogénito de don Fernando, pero don Sancho, hijo segundo del rey y hermano de Don Fernando, reclamó la sucesión para él recibiendo muchas adhesiones a su causa.
El rey conservó sólo la fidelidad de Murcia y Sevilla, ciudad donde vivió los últimos meses de su vida bastante aislado y secundado sólo por un reducido número de sus antiguos colaboradores.
Murió en Sevilla, 4 de abril de 1284.
A pesar de haber decretado el desheredamiento de don Sancho el 8 de noviembre de 1282, fue entronizado tras la muerte de su padre.