Se encuentra totalmente destrozada, tal y como la dejaron los del bando republicano en la Guerra Civil.
Se bendijo en 1720.
En ella se encontraba la Virgen de
Nuestra Señora de la Purísima que fue un regalo en los años 50 del
reverendo Don Juan Cózar a la familia propietaria de la Casa Grande de San Antón. Hoy en día, esta Virgen se conserva en el piso que tiene en Jaén capital el actual dueño de la Casa Grande de San Antón.
Conserva parte de su retablo.
Y tiene sobre su portada interior un escudo con águila bicéfala.
Tiene también un coro con celosía lateral que era donde escuchaba misa el obispo.