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Fortaleza natural de la Peña de los Buitres
Castillos y murallas, Musulmán
Esta fortaleza estaba situada a los pies de la Peña de los Buitres.
Protegida por altos escalones de piedra por su parte inferior y por la concavidad de ésta en la superior.
Se encuetra a una altitud de 980 msnm.
Terraza natural de 190 metros de longitud y entre dos y siete metros de anchura.
A los pies de esta fortaleza aparece cerámica árabe de los siglos IX y X, junto con algunos restos de cerámica ibérica, lo que induce a pensar que ya fue utilizada en épocas anteriores a la medieval. A los pies hay numerosas albarradas de piedra seca, algunas de las cuales utilizan piedras ciclópeas.
Sobre los siglos IX y X fue utilizada, construyéndose un Aljibe (Albercón de la Reina), que aún se conserva, para el almacenamiento de agua, como garantía en caso de un posible asedio.
La parte de la izquierda que es la que mayores dimensiones tiene parece que fue la iglesia y quedan los huecos donde encajaban la empalizada que cerraba la iglesia.
Es un ejemplo de refugio eminentemente natural.
Está situada a los pies de una gran peña, al Oeste de la Serrezuela de Pegalajar, junto a una pared rocosa, ligeramente cóncava, que protegía a los defensores de agresiones desde arriba.
En la parte inferior, varias terrazas rocosas superpuestas formaban la defensa natural, especialmente la última, de unos 190 metros de longitud y entre dos y siete metros de anchura, en la que se encuentra un aljibe de época árabe, conocido en la población como Albercón de los Moros.
La fortaleza todavía tenía un último punto de defensa, una línea de abrigos naturales y covachas excavadas en la pared rocosa varios metros por encima de la última terraza, a algunos de los cuales había que subir con escalas.
A los pies de esta fortaleza aparece cerámica árabe de los siglos IX y X, junto con algunos restos de cerámica ibérica, lo que induce a pensar que ya fue utilizada en épocas anteriores a la medieval.
En el pasado, el campo bajo la fortaleza debió estar cercado y habitado, además de servir de refugio al ganado de la población.
Las defensas naturales se complementarían con elementos de madera, de los que no han quedado restos.
Sí se pueden aún observar perforaciones, canales y otras huellas en la roca de la última terraza, que sirvieron de apoyo a las construcciones de madera.
La fortaleza de la Peña de los Buitres quizás se identifique con el topónimo al‑Jafr, que al‑Muqaddasi -el cual describe Al‑Andalus según la narración oral de un andalusí- cita como un lugar, situado a 18 km. de Jaén, con gran número de cursos de agua y molinos.
Debió abandonarse en el siglo XI, posiblemente en relación con los conflictos internos que surgen tras el califato, las primeras incursiones cristianas y la construcción del próximo y más seguro Castillo de Pegalajar (Pega-al jafr), en el actual núcleo urbano.
El inicio de la ocupación musulmana en Pegalajar se sitúa en torno a la ocupación de la Fortaleza Natural de la Peña de los Buitres. Es muy probable que en época emiral (s. IX y X) la función de Hisn (castillo con la función de refugio para la población dispersa en su territorio más cercano) fue asumida por el asentamiento de altura localizado al pie de la Peña de los Buitres. Se trata de un espolón rocoso, dotado de amplias defensas naturales a los pies de dicha peña, protegido por altos escalones de piedra por su parte inferior y por la concavidad de ésta en la superior. En la parte inferior, varias terrazas rocosas superpuestas formaban la defensa natural, especialmente la última de más difícil acceso, construyéndose un aljibe (Albercón de la Reina), que aún se conserva, para el almacenamiento de agua, como garantía en caso de un posible asedio. Este último punto de defensa, una línea de abrigos naturales y covachas excavadas en la pared rocosa varios metros por encima de la última terraza, a algunos de los cuales había que acceder con escalas. Las defensas naturales se complementarían con elementos de madera de los que no han quedado restos, tan solo su huella en la piedra. En esta época, el campo bajo la fortaleza debió estar cercado y habitado, además de servir de refugio al ganado de la población que se emplazaba en esta zona. Por tanto, la Fortaleza de la Peña de los Buitres serviría, de refugio para la población de varias alquerías circundantes, entre ellas la que pudo ocupar el actual solar de Pegalajar, cuyo origen estuvo muy relacionado con la existencia de la Fuente de la Reja y su perímetro irrigado. Este Hisn y sus alquerías, quedaron integrados dentro del distrito administrativo (Iqlim) de Mantisa (La Guardia de Jaén). Un distrito que según las fuentes escritas fue controlado por las tribus árabes de los Asadíes y los Uqaylíes. Tanto este territorio como su vecino Wadi Abd Allah, se convirtieron en zonas donde estallaron sublevaciones durante el Emirato Omeya. En Mantisa se sublevó y encastilló Ishaq b. Attaf al-Uqayli, mientras que en Wadi `Abd Allah lo hizo Uqasa Ibn Mihsan. Ambos fueron sometidos por `Abd al-Rahman III en el año 913. Quizá fue éste el momento en que se abandonó el antiguo refugio de la Peña de los Buitres, como consecuencia de la orden efectuada por el primer califa cordobés, que obligaba a despoblar todos los lugares defensivos que habían participado en la rebelión de finales del Emirato, estableciéndose su población en zonas más llanas, y por tanto de más fácil control y sometimiento.