Tras la conquista cristiana de Montoro comenzó a crecer y ocupar por tanto esta zona que había sido abandonada durante las invasiones bárbaras, reedificando la muralla y estableciendo una nueva fortaleza conocida con el nombre de Castillo de la Cava o Castillo de Julia.
Quedan algunos restos entre las casas que dan al Río Guadalquivir, y la Puerta de la Torre Mocha.