• Familia Cupressaceae.
• También conocida como sabina negra.
• Origen tiene un posible origen fenicio y actualmente se encuentra en la región mediterránea y en las islas Canarias.
• Es un arbusto o pequeño arbolillo perenne, de hasta 8 m. de altura, aunque no suele sobrepasar los 2 metros de altura.
• La copa es densa, muy parecida a la del ciprés.
• El tronco puede aparece retorcido o inclinado por efecto del viento y los años. Tronco derecho muy corto y robusto, que se ramifica desde la base.
• Hojas adultas perennes, muy pequeñas, de color verde oscuro, escuamiformes, decusadas, imbricadas, con márgen estrecho escarioso, recubren los tallos dando un aspecto compacto a la planta.
• Su floración tiene lugar al final del invierno o en primavera, entre febrero y marzo. En un mismo ejemplar hay flores en conos, de ambos sexos. Los masculinos, de color amarillo, se disponen en los extremos de los tallos. Los femeninos son verdes y se sitúan en los laterales.
• La maduración del fruto se produce entre octubre y noviembre.
• Fructificación: fruto en gálbulo de 8 a 14 mm, carnosos y globosos, verdes al principio y, que tras madurar al año siguiente se tornan marrón rojizos o rojos.
• Se distinguen por su característico tronco, de color gris ceniza a pardo-rojizo, cuya corteza se desprende a tiras longitudinales.
• Altitud desde 0 hasta 1.000 m.
• Cabe destacar su acción protectora sobre algunos medios como dunas, collados y páramos, pudiéndose usar en repoblaciones.
• Es una especie protectora de los suelos de montaña.
• Las sabinas suelen aparecer aisladas o en rodales poco densos, pero puede formar bosquetes propios en algunos medios como son las vertientes abruptas o los arenales costeros.
• Tiene una gran plasticidad en cuanto a temperaturas y régimen hídrico. Soporta los ambientes rupícolas, de estepa y semidesérticos.
• Su madera es muy apreciada en carpintería, ebanistería y construcción, es muy buen combustible.
• Es utilizado en cortavientos y setos por su gran valor ornamental, aunque poco frecuente.
• Especie mediterránea, resiste la sequía y tolera altas y bajas temperaturas.
• Es capaz de soportar climas muy secos.
• Tiene una gran resistencia a los vientos.
• Se desarrolla en todo tipo de suelos y condiciones. Generalmente en lugares tan inhóspitos como arenales costeros, suelos volcánicos y fisuras de rocas.
• Temperatura: soporta veranos de altas temperaturas e inviernos muy fríos.
• Especie tóxica y muy irritante, por lo que sólo se ha aprovechado su madera para carpintería y carboneo.
• Madera de una gran densidad y laga duración, muy olorosa, empleada en ebanistería, carpintería y construcción. Actualmente se emplea en parquets.