Etimología: su nombre procede del griego, "Agaue", admirable.
El género Agave comprende unas 100 especies, los hay muy grandes (hojas de más de 1 metro) mientras que otros miden unos centímetros.
Asilvestrado en España y en otros países mediterráneos desde el siglo
XVI. Constituye a menudo un rasgo típico del paisaje mediterráneo, pero
fue introducido y es nativo de México.
El Agave americana es la especie la más conocida dentro de los ágaves.
Arbusto de unos 2 m de alto por ancho.
Hojas largas, glaucas (color como gris-azulado), dispuestas en roseta basal.
Agave americana emite un tallo floral de 10 ó 12 metros de altura cuando la planta llega a su madurez, entre los 10 y 20 años de edad. Cuando termina la vida de este escapo floral (meses) la planta muere. La reemplazan múltiples hijos a su alrededor.
El tallo floral emerge a principios de primavera, crece y crece, para florecer en verano.
El jugo de las hojas puede producir ceguera en contacto con los ojos; en la piel produce irritación. Manipularla con guantes y manga larga, por ejemplo, para cortar hojas.
Como es difícil de erradicar, elija bien su emplazamiento.
Crece asilvestrada en taludes y sitios incultos de la región mediterránea y es plantada a menudo en jardines.
En Méjico se hace una bebida fermentada llamada "pulque" con el jugo azucarado que se obtiene de cortar los escapos jóvenes.
De sus hojas se extrae una fibra que se usa para fabricar hilos, cuerdas y sogas.
Luz: posición muy soleada, aunque también crece bien a pesar de que no esté a pleno sol.
Tolera la sequía, frecuentemente los únicos supervivientes en jardines abandonados, son valiosos para plantaciones que no necesitan cuidados ni riego.
Las púas al final de las hojas son muy peligrosas. Cuidado con los niños.
Cortar las temibles puntas con una podadora, con cuidado de no cortar la hoja, que entonces se deshilacharía.