El candil es un instrumento usado antiguamente para alumbrar.
El candil era una especie de lámpara fabricada de diferentes materiales, modernamente, de hoja de lata o hierro abarquillado, que tenía por delante un pico y por detrás un mango a cuyo extremo se unía una varilla de hierro con un garabato que servía para colgarlo.
Dentro de aquel vaso se ponía otro más pequeño de la misma forma que se llama candileja en la cual se echaba el aceite y se metía la torcida de algodón o lienzo cuya punta salía por el pico y es la que encendida ardía y daba luz.
Los candiles pequeños tienen forma de cucharón, con una parte llena de aceite la cual se enciende y alumbra.
Se conocen candiles desde el siglo X a. C.
En el siglo XVIII el candil fue reemplazado por la lámpara de Argand (inventada y patentada en el año 1780 por Aimé Argand) y finalmente esta fue reemplazada por la lámpara de queroseno.